Por Jairo Calixto Albarrán, publicado en Milenio
Ya fue suficientemente absurdo que Peña Nieto no acudiera al #DebateYoSoy132 alegando cosas como sacadas de la lógica RBD, como para que todos los voceros del PRI salieran a deslindarse de la supuesta compra de votos de la que acusa López Obrador. Sobre todo porque a pesar de la coyuntura electoral en la que vive la patria, no se puede estar echando por la borda una tradición tan añeja que va inoculada en el ADN del tricolor como la alquimia electoral, el Ratón loco, el embarazo de urnas y la siempre mágica de los muertos vivientes votantes. Digo, van a desconcertar al electorado que está habituado a esos usos y costumbres. De tanto negarlo, los votantes se van a sacar de onda y hasta llegar a desconocer al partido, no se vale. Sigue leyendo